La gran tormenta de las 12 horas de Sebring de 1965
En las 12 horas de Sebring de 1965 se bordeó la desgracia. Una gran y repentina tormenta arrasó el circuito y en contra de la lógica nunca ondeó la barrera roja. En esas, y fruto del aquaplaning un piloto impactó contra el pilar de un puente, partiéndose su Iso Grifo por la mitad. Salvó la vida, pero posteriormente se desmayaría al ver cómo quedó su coche. Del otro lado quedaron anécdotas más amables, como la de su propio jefe -Giotto Bizzarrini- que perdió los zapatos en la inundación y tuvo que coger su vuelo de vuelta descalzo.
Aunque se puede pensar que lo más peligroso era el agua acumulada en la pista, casi lo era más la poca visibilidad que producía esta. Un piloto de un Shelby Cobra se perdió y apareció en un aeródromo cercano, para colmo cuando miró hacia atrás vio cómo otros participantes lo habían seguido. El agua también provocó problemas mecánicos. Las entradas de aire estaban tan abajo en algunos coches que eran un verdadero coladero hacia los componentes del motor y desde los equipos se apresuraban a tapar estas con trapos y toallas. Los propios mecánicos también perdieron parte de sus herramientas que se quedaron bajo el agua o directamente flotaron.
Por su parte los pilotos hicieron orificios en el suelo de sus deportivos para poder achicar todo el agua que entraba, otros paraban y abrían las puertas. Los tiempos se ralentizaron mucho y los equipos de cabeza rodaban en 10 minutos o más -el tiempo de la pole sobrepasó por poco los dos minutos.- y muchos de los coches más lentos pudieron desdoblar a los líderes varias veces. Con sus ruedas más estrechas y menor potencia bailaban sobre la lluvia. Los grandes GT´s y los prototipos o mejor dicho el prototipo -Chaparral- tenían más problemas al montar neumáticos más anchos, teniendo estos poca capacidad para dispersar el agua. Las potencias en los líderes superaban los trescientos caballos.
La hecatombe, por su parte, dejó instantáneas que sin duda dicen más que mil palabras.
Un pequeño video muestra mejor aún la intensidad de la lluvia.
Por supuesto no fue lo único reseñable de la carrera. Las 12 horas de Sebring de 1965 fue uno de los muchos episodios de la guerra EEUU-Europa con un Enzo Ferrari que sabía que sus coches eran inferiores a los americanos, retirando el apoyo oficial para aquella carrera, pero con la gran baza que los del cavallino rampante eran más fiables y regulares. También fue una de las pocas carreras americanas aquel año puntuables para la FIA, año en el que Chaparral se exhibiría internacionalmente y dejaría atrás su condición de arrasador local. No en vano, ganaron aquellas 12 horas de Sebring.
Fuente: Sports Car Digest
Vaya aguacero! aunque he leído que las pistas y los asfaltos yankees nunca han destacado por su grip.
ResponderEliminarIncreíble que no se suspendiera o al menos interrumpiera por fortuna no hubo que lamentar ninguna victima mortal.
Un saludo.
Los propios equipos eran los que decidían parar. El Chaparral líder se permitió el lujo de estar en boxes hasta que pasara lo peor.
EliminarSaludos!
Conocía principalmente la foto del Cobra con la que abres la nota, pero nunca había visto las demás. Impresionante, esas del Iso Grifo partido al medio son espeluznantes.
ResponderEliminarPensar que hoy ni bien comienza a caer una leve llovizna ya sale el auto de seguridad a pista...
Abrazo!
Exacto, ahora se pasan de precavidos o es que son unos incompetentes creando neumáticos de lluvia cosa que tampoco descarto.
EliminarSaludos!
Muy interesante, conocía la foto del Iso Griffo partido al medio pero no conocía la historia.
ResponderEliminar(supe que el Griffo fue reparado y restaurado a nuevo hace poco tiempo)
El dato más impresionante para medir la magnitud del problema es la diferencia en los tiempos de vuelta.
Por suerte no hubo víctimas humanas.
Hoy, con el periódico del lunes, sabiendo que no hubo víctimas, podemos aprobar que no hayan suspendido la carrera.
Pero en ese momento, imagino que fue una decisión muy difícil de tomar.
Una locura inconsciente, para ser más precisos.
Pues me dejas helado con que el Iso fue restaurado, era un siniestro total. La verdad no sé como los equipos no se plantaron, aunque creo que primaba más el espíritu de "cada uno a su ritmo". Aunque solo son conjeturas.
EliminarSaludos!
Estuve buscando algún link que confirmara la restauración pero no encontré nada, me parece que fue un deja-vu de mi memoria confundida, no me tomes en serio.
EliminarLas fotos del Iso Grifo partido por la mitad son verdaderamente impactantes, cuesta pensar que al piloto no le ocurriera nada (salvo el desmayo) Como han dicho los compañeros, es difícil comprender que no se hubiese suspendido la carrera; imagino que por entonces la seguridad no era tan prioritaria, y evidentemente, los pilotos estaban hechos de otra pasta.
ResponderEliminarGracias por rescatar este episodio del mundo de la competición y darlo a conocer ;)
Puro milagro. Se dice que cuando fueron a rescatar al piloto este se encontraba fuertemente agarrado al volante y la parte trasera, junto con el asiento seis metros por detrás.
EliminarGracias ti por participar! Saludos!
Lo que leí mientras buscaba la restauración es que el Grifo tenía los cinturones de seguridad aferrados a la parte posterior del auto.
EliminarEl conductor no se había puesto los cinturones, sólo Dios sabe qué hubiera pasado al partirse el auto en dos, los cinturones atornillados de un lado, aferrados del otro y el conductor en el medio.
Fijate que me pareció leer que iba sin cinturones en la publicación que compartí de Sport Car Digest, pero interpreté que solo fue al salir de boxes. Quizás hasta le salvó la vida en este caso ir sin cinturones, o al menos de quedarse sin piernas.
Eliminar