Un Cosworth desconocido

Cosworth es una empresa con gran prestigio en el mundo del motor y se suele asociar a los famosísimos Escort y Sierra, pero lo cierto es que las colaboraciones siempre han ido más allá de Ford.  Lógico puesto que aunque esos proyectos han sido los más "visuales" el papel de los británicos siempre ha sido más de consultoría.

Y este Chevrolet Vega es la muestra. Oficialmente conocido Chevrolet Cosworth Vega es el segundo cupé de "Mes dedicado a los cupés de Chevrolet".

El Chevrolet Vega se denomina en Estados Unidos como subcompact, es decir, como una especie de segmento B, siendo este una de las primeras incursiones de General Motors en ese nicho. Diseñado por Bill Mitchell -diseñó también el Corvette C2- y supervisado por el entonces CEO, John Delorean, tenía todo para en aquella época ser un superventas.

Sin embargo, un corto periodo de desarrollo -solo dos años- lastró el modelo para siempre. Desde un principio pecó de falta de fiabilidad, su innovador motor de aluminio -se dice que el primero en el mundo- fallaba por todas partes, e incluso se llegó a ofrecer cambiarlo por uno de acero. No solo eso, sino que además, pecaba de mucho óxido en la carrocería al menos en las primeras unidades. El ser diseñado para distribuirse en vertical en trenes -hay una famosa foto- supuso problemas, ya que se llegó a juntar agua y aceite en sus cilindros.

A pesar de todo, el propio John Delorean quería ver a este innovador coupé en competición como rival de los BMW 2002 y Alfa Romeo GTV. Por ello contactó con Cosworth para apretar el motor de cuatro cilindros, los británicos llegaron en un inicio a sacar 260 caballos a 9,000 rpm. Una cifra muy respetable, pero comprometiendo la fiabilidad.

Por ello Delorean descartó utilizar entonces este motor en competición, y probó mientras tanto un V8 también de aluminio e incluso un exótico motor Wankel. Pensó entonces que el motor podía seguir siendo válido para carretera, pero en ese caso no se podría comercializar con esa potencia al entrar en vigor  estrictas normas anticontaminación. Se añadió una innovadora -en la época- inyección electrónica, para mantener las emisiones y prestaciones, pero ni con esas funcionó. El motor terminó saliendo al mercado en 1975 con unos decepcionantes 110 CV. Estos movían las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades.

Chevrolet produjo a mano los 5000 motores que querían vender, pero a pesar de tener bastantes reservas en ningún momento consiguieron colocarlos todos. Tuvieron que desechar unas quinientas unidades no vendidas. Estéticamente el Cosworth Vega salió al mercado solo disponible con la siempre ganadora combinación de negro y dorado, tanto exterior como interiormente. Más tarde y para impulsar las ventas se añadieron más tonalidades.

Con respecto a sus prestaciones, fue un coche rápido según las pruebas de prensa y su motor de dos litros aportaba un mayor dinamismo que otros V6 u V8 de la competencia y dentro de la misma General Motors. El problema -a parte de todos los que ya arrastraba- es que su potencia final se esperaba mucho mayor y que desde el mismo momento que se lanzó al mercado pasó a ser el segundo Chevrolet más caro de toda la gama, solo por detrás, en apenas unos centerares de dólares, de todo un Corvette. Esto a su vez era el doble de un Vega básico.

El Vega, en general, fue un coche que incorporó muchas soluciones nunca antes vistas y pagó caro ser un experimento en muchos sentidos. Ahora su versión deportiva calibrada por Cosworth se ha convertido en un coche para verdaderos entendidos, para aquellos que aceptan las peculiaridades que pueda tener. Si el Beretta representó una época oscura, este pequeño deportivo representa la arriesgada apuesta de una General Motors que estaba en unos años de absoluta plenitud.



Fuentes: Curbside.tv | Dreamcarspain



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