Reflexiones

El pasado domingo estaba acostado en la cama viendo la carrera de MotoGP cuando noto en una posición de reposo total, que el corazón se me acelera e instintivamente me tengo que levantar de la cama para acercarme a la tele. Estaba viendo el duelo Pedrosa-Rossi y mi posición de absoluto acomodo al ver la carrera se debe a que no soy un profundo aficionado a las motos ni a ningún piloto en particular y aún así al ver el duelo consiguió acelerar mi pulso y me hizo levantarme de la cama.

¿Y todo esto a que viene? Veamos.

Reconozco que las motos las sigo asiduamente desde hace tres o cuatro años, aunque no me pregunten por características técnicas o reglamentos porque no tengo conocimiento de ellos. Soy un aficionado de esos "de paso" o los tan criticados "nuevos aficionados", soy como aquella maruja que pone un programa de sobre mesa solo por ver algo, pues algo parecido. Con todo, las carreras de moto me han puesto el corazón en un puño muchas veces y eso sin ser aficionado a ningún piloto en especial.

Así que en mi mente hice la que para mi es la comparativa más lógica: Formula Uno y Moto GP. Y es que a la Formula Uno si he sido un habitual, desde antes de Alonso, cuando en una cadena local la daban en alemán y yo sin enterarme de nada la veía, y posteriormente cuando la daban en La 2. Y aunque en estos tiempos la Formula Uno me ha hecho levantarme del asiento también - la última vez fue el Gran Premio de Hungría cuando Ricciardo le pinchó la rueda a Rosberg- no lo ha hecho tanto como MotoGP.

En las carreras de motos es un espectáculo como se oye el griterío de los espectadores cuando hay un adelantamiento y eso pone los pelos de punta. Es como cuando en el fútbol ves a toda una afición cantando el himno de su equipo. Y es que la Formula Uno tiene que aprender mucho de MotoGP, primero de la simpleza de las normas que rigen esa competición, que hace que cualquier no entendido sepa de qué va. Segundo porque aunque los pilotos tienen que cuidar las gomas, lo hacen conforme a su estrategia de carrera, cuidando todos al principio para después soltar sus ataques en cualquier momento de la carrera , además se permite luchar hasta el límite, pocas veces verás en las motos un piloto bajo investigación. Tercero: se permite a los pilotos celebrar sus victorias como les plazca y eso crea afición.

"pocas veces verás en las motos un piloto bajo investigación"

Otro punto y seguro que polémico: en las carreras de moto se palpa el riesgo. Puedes ver y sentir como los pilotos se pelean con sus motos y van al límite, una muestra de ellos es el estilo de conducción de Marc Márquez. Y el riesgo aunque suene duro, llama. En las motos un mínimo error y te vas al suelo pudiendo hacerte mucho daño.

En la Formula 1, sin embargo, las reglas son complejas por lo que cualquier simple espectador se siente perdido al instante. Hace poco un amigo me hizo un comentario "No me puedo creer que quiten Los Simpson para poner el tostón de la F1" y aunque el comentario como aficionado al automovilismo me produjo un poco de rechazo no pude dejar de pensar que algo de razón tiene. Por otro lado, los neumáticos están hechos en la Formula 1 específicamente para que no duren, por lo que los pilotos nunca pueden ir pie a fondo e ir haciendo sus propias estrategias de carrera, a esto súmale que deben estar atentos en sus consumos y en la recarga de los sistemas híbrido de los monoplazas.

"No me puedo creer que quiten Los Simpson para poner el tostón de la F1"

Las luchas en pista, también se ven afectadas ya que cualquier acción dudosa se pone a los pilotos bajo investigación, por lo que los protagonistas se ven cohibidos en muchos casos. Finalmente tampoco se deja a los pilotos celebrar a su manera. En las carreras apenas se escucha el público gritar y festejar. Y en el riesgo, aunque es mucho, cada vez se quita más esa parte de la espectacularidad, pocas veces ves a un piloto pelear con su máquina y cada vez hay más escapatorias por lo que los fallos están más permitidos. Un triste ejemplo es Monza, donde el exterior de la curva parabólica fue asfaltada.

En definitiva, a la Formula Uno le hace falta mirar a otras categorías, dejarse de adornar con artificios y ser más simple para cualquier aficionado. Solo así podrá aumentar audiencias y sumar más nuevos aficionados.




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